El colectivo Dignidad Nacional, en las nuevas
circunstancias de la segunda vuelta, se pronuncia considerando algunos aspectos
importantes a tener en cuenta.
La primera vuelta electoral demostró que el
Estado y sus instituciones son instrumentos del poder económico, que controla
asimismo la prensa y la televisión del país y hace consentir como bueno lo que
le beneficia y como malo lo que le perjudica.
Como parte de ello, el jurado electoral, se encargó
de sacar de carrera a quienes provocaban una dispersión del voto (Guzmán y Acuña) y allanar el camino a sus preferidos
(Keiko y PPK), haciendo y deshaciendo a su gusto para garantizar la
continuación del neoliberalismo.
La candidata alternativa, Verónika Mendoza, fue
satanizada como “terrorista” y en la víspera de las elecciones se produjo un
extraño atentado en el Vraem, con el único propósito de sembrar temor en los
votantes.
Los candidatos y sectores que se manifestaron
por un cambio de la situación dieron una batalla de principios pero demostraron
—y en ello nos incluimos— no tener el suficiente desarrollo, superando la
dispersión y debilidad organizativa, como para asegurar un mayor
esclarecimiento y educación política de la población.
TANTO KEIKO COMO PPK SON NEOLIBERALES Y NO
CAMBIARÁN LA ESENCIA DE LA SITUACIÓN EN EL PERÚ: han de continuar promoviendo
—y más aún buscarán profundizar— la política de sus antecesores que consiste en:
1) La entrega de los recursos naturales y servicios (agua, transporte,
telecomunicaciones, internet, etc.) a monopolios privados en perjuicio de la
independencia y el bolsillo de los peruanos. 2) El consentimiento de explotaciones
que afectan a la población y el medio ambiente sin hacer el alto a las grandes
mineras ni establecer zonas reservadas. 3) La firma de contratos lesivos que
benefician a grupos económicos contra el interés del pueblo, como ocurrió con
el gas de Camisea precisamente por gestión de PPK. 4) El recorte de los
derechos de los trabajadores y mantenimiento de leyes antilaborales, y de la
voracidad de las AFPs. 5) La postergación de una educación de carácter
nacional, humanista y científica y la promoción de antivalores a través de la
televisión y prensa basura, con el fin de mantener una población con pésimo
nivel cultural para dominarla fácilmente. 6) El asistencialismo a través de
dádivas que no son sino migajas que salen del mismo cuero del pueblo, de los
impuestos que recauda la vampira Sunat a los pequeños empresarios, mientras perdona
la millonaria deuda de Telefónica. 7) El mantenimiento de un sistema de
producción primario exportador y la renuncia a desarrollar una industria
nacional.
En síntesis, ninguno está comprometido a realizar
cambios profundos empezando por el cambio de la nefasta constitución fujimontesinista
que permite, avala y propicia todo esto.
¿Qué pueden hacer ambos candidatos contra la
corrupción cuando son opuestos a levantar el secreto bancario y Keiko no es
sino la cabeza de un grupo con probadas acciones y ansias de enriquecimiento a
costa del Estado y el pueblo? ¿Qué espíritu nacional pueden sembrar cuando el
corazón de ambos no siente sino desprecia a las masas profundas y a la cultura
nuestra? ¿Qué nos puede decir Keiko sobre la inseguridad ciudadana cuando sus adeptos
promovieron las bandas en el Callao cuyo modelo se fortaleció y extendió a
nivel nacional?
Por eso creemos, el 5 de Junio corresponde EXPRESAR
NUESTRO RECHAZO AL SISTEMA NEOLIBERAL Y A SUS CANDIDATOS CON EL VOTO VICIADO. No debemos ser cómplices del
mayor despojo que se viene, ni compartir el saqueo y el latrocinio de quienes ya
se frotan las manos.
Las fuerzas políticas que no hemos traicionado
el principio de servir al pueblo, debemos trabajar con visión estratégica en su
educación política, apuntando a fortalecer sus luchas, generar nuevos y
consecuentes representantes y emprender los debates necesarios con vínculos que
sirvan a desarrollarnos y avanzar con pequeñas conquistas hacia mayores en el
camino postergado.
Y quienes han sido electos, al margen de su minoría,
deben mantenerse en el Congreso, como portavoces y defensores de los intereses
del pueblo, como críticos del sistema. Sólo así lograrán mayor respeto y
consolidarán lo logrado.
Esta segunda vuelta, remarcamos, es como si se
nos llamara a escoger entre dos gemelos, hermanos de sangre de la derecha
neoliberal. Por eso, el voto viciado y el voto en blanco están en aumento y hay
quienes (no sólo nosotros) empiezan a promoverlo con vehemencia.
Sin embargo, entendemos que existe un grueso
sector de la ciudadanía con un frontal e invariable rechazo al fujimorato —incluidos
sectores afectados, familiares o amigos de quienes sufrieron crímenes funestos
como es el caso de los desaparecidos de la Cantuta o las víctimas de las
esterilizaciones forzadas— que se manifestó en las marchas multitudinarias del
reciente 5 de abril. Dicho sector prefiere —y es comprensible— cerrarle el paso
a Keiko.
Nosotros creemos que el accionar neoliberal, de
la mano con el despojo y negación de derechos, por parte de cualquiera de los
dos, desatará mayor conflictividad social, y en esa resistencia, en esas
batallas del lado del pueblo, esforzándonos por entendernos y convergir, debemos
encontrarnos las diversas fuerzas de la población peruana.
La brega por el Perú justo y soberano que muchos
anhelamos sigue en pie.
¡CONTRA
LA CONTINUACIÓN Y PROFUNDIZACIÓN DEL NEOLIBERALISMO: VOTO VICIADO!
¡POR UNA
NUEVA CONSTITUCIÓN AL SERVICIO DEL PUEBLO!
¡VIVAN
LAS LUCHAS DE LOS PUEBLOS DEL PERÚ!